“The Other Side of Make-Believe”, el séptimo álbum de estudio de la banda estará disponible en plataformas de streaming a partir del viernes.
Por Berenice Bautista
CIUDAD DE MÉXICO, 14 de julio (AP).- En tiempos de desinformación y falsas apariencias, la banda Interpol cuestiona la verdad en “The Other Side of Make-Believe”, su séptimo álbum de estudio, en el que cobra nueva fuerza y se adentra en sonidos psicodélicos.
De visita en México, donde la agrupación estadounidense se presentó en el Palacio de los Deportes de la capital a finales de mayo, su guitarrista Daniel Kessler conversó con The Associated Press sobre la creación del álbum de 11 cortes que será lanzado el viernes por Matador Records. El título y la portada, con una fotografía de Tim Head de 1975 que muestra un cuchillo sosteniendo con la punta un espejo, deja ver la fragilidad de estar de un lado o el otro de lo que se supone es la realidad.
“Para mí podría ser una referencia a elementos o temas en el álbum, las letras, y también a este momento en el que vivimos, un tiempo en el que la verdad o los hechos pueden tener dos formas de ver lo mismo y llegar a una conclusión diferente. La gente puede manipular cosas para que parezcan de una manera cuando en realidad no son así”, dijo Kessler. “Puedes querer creer que es de una forma, pero no es necesariamente así, sólo es que lo quieres, y ahí están los hechos afuera esperándote”.
Previo al lanzamiento del álbum, la banda estrenó los sencillos “Toni” y “Something Changed”, cuyos videos filmados en California presentan a una joven pareja de amantes que se fuga y es asechada por el vocalista Paul Banks. Otro de los temas que dio a conocer previamente es “Fables”, sobre una relación de pareja, con un lyric video de su letra espacial traducida al español especialmente dedicado para sus fans de Latinoamérica. Y esta semana estrenó el video de “Gran Hotel”, dirigido por Malia James y filmado en Bélgica, cuya letra menciona las calles de Cozumel, México.
Un par de canciones que seguramente llamarán la atención son “Into The Night” y “Greenwich”, en las que la banda presenta una nueva faceta, más cercana al rock psicodélico.
“Escribí las dos canciones consecutivamente… Quizá mi cerebro estaba en un lugar similar”, dijo Kessler. “Tienen algo en común, incluso en sus características de tiempo, ambas son desafiantes, ambas cambian, tienen cambios en su ritmo”.
La banda, que completa el baterista Samuel Fogarino, ya ha presentado “Into The Night” en vivo. Es una de las canciones del álbum que más le gustan a Kessler.
“Nos sentimos muy conectados a ella. Cuando la escribimos, fue un momento muy bueno. Es una de las pocas canciones con las que pudimos estar en la misma sala y construirla juntos”, dijo el músico.
Tras haber experimentado con grabaciones en cintas para su álbum anterior, “Marauder”, Interpol retomó el enfoque digital en “The Other Side Of Make-Believe”, aunque sin dejar por completo aquello que les gustó del sonido análogo.
“Definitivamente, hay elementos análogos en este álbum. Usamos equipo análogo por aquí y por allá”, dijo Kessler. “No fue algo consciente alejarnos de la cinta, es complicado usar cinta. Incluso si quisieras hacer cinta ahora, es difícil por la cadena de suministro”.
El siete tiene fama de ser un número mágico y este es su séptimo disco, pero Kessler dijo que no se fija en los números. Ve el lanzamiento del álbum como un logro de permanencia de la banda y un reflejo de su gusto por trabajar juntos a 25 años de su fundación en Nueva York.
“Cuando empezamos, sólo quería tener la oportunidad de hacer un disco algún día”, dijo. “Nos tomó tanto tiempo firmar un contrato, y cuando finalmente hicimos ‘Turn On the Bright Lights’ y salió, mis sueños no iban más allá de esa posibilidad, sinceramente, así que es una locura que estemos aquí 20 años después en la Ciudad de México conversando sobre nuestro séptimo álbum”.
“Pero al mismo tiempo», agregó, «no somos una banda simplemente porque esto es lo que hacemos. Somos una banda porque todavía hacemos música que nos apasiona, porque todavía tenemos química y no tenemos que pelear por la química”.
México es un lugar importante para Interpol. Además de tener muchos fans locales, Banks estudió el bachillerato en al capital y Kessler tiene amigos en el país, donde acababa de pasar unas vacaciones antes del concierto.
“Vengo aquí todo el tiempo, muchos de mis amigos más cercanos viven en México y me encanta la cultura, hay mucho por descubrir”, dijo Kessler. “Siento que es bueno para mi alma estar aquí”.
Como parte de las celebraciones por el lanzamiento de su álbum, Interpol incluyó la capital mexicana en la exposición internacional Big Shot City, que también se presenta en Londres, Los Ángeles, Nueva York y Tokio.
La muestra se realiza en colaboración con el fotógrafo Atiba Jefferson y Brain Dead Clothing. Toma su nombre de la penúltima canción del álbum e incluye fotografías exclusivas de Jefferson capturadas durante la creación del disco, y productos oficiales como camisetas y patinetas. En la Ciudad de México, estará abierta este sábado y domingo en Not A Gallery.
Kessler, quien nació en Inglaterra y vivió sus primeros años en Francia, se considera un viajero. Estar en contacto con culturas diferentes tiene un impacto directo en su música.
“Ir a lugares, conocer una vida que sé que está en otro lugar… Para mí eso es una investigación subconsciente, y eso va a mi cerebro», dijo. «Después, cuando regreso y empiezo a tocar música, simplemente sale a su propia manera… Son cosas que necesito para enriquecer mi composición”.
Otra de sus grandes inspiraciones es el cine, que dijo “devorar”.
“He escrito prácticamente cada canción de Interpol mientras veía películas, desde el día uno», señaló. «Necesito cine… Veo películas cada mañana y tomó café. El cine me influye más que la música, seguro”.
Interpol estará de gira por Sudamérica en noviembre, con fechas en Brasil, Paraguay, Chile, Argentina y Perú. Mientras esos conciertos llegan, Kessler recomendó escuchar “The Other Side of Make-Believe” de principio a fin y evitar la tentación de los playlists o saltar de una a otra canción.
“Soy una persona de álbumes”, dijo. “Si quieres tener una experiencia de 45 minutos a través de nuestros ojos y de nuestras intenciones artísticas, aquí está esto para que lo escuches”.